Estas últimas semanas del mes de marzo hemos podido experimentar que el viento ha arrastrado arena del desierto del Sahara por toda España, acompañado de fuertes lluvias y rachas de viento, con lo cual todas nuestras viviendas y espacios exteriores se han visto afectados por este fenómeno inusual. Fachadas que antes eran blancas ahora están marrones, calles, suelos, ventanas, toldos etc.
Después de estas situaciones climatológicas debemos limpiar y quitar con facilidad esta suciedad que se nos ha quedado tan incrustada y seca. Y sobre todo hay que pensar que sea fácil de eliminar ahorrando en tiempo y agua. La arena del desierto es tan fina que se meterá en cualquier hueco lo que dificulta un poco más la tarea de limpieza.
Consejos para realizar la limpieza con éxito
- Mascarilla: El polvo y la arena del desierto se puede quedar suspendida en el aire durante más tiempo de lo que imaginamos por lo que es conveniente usar una mascarilla para respirar buen aire.
- Gafas: si todavía hay mucha calima también es aconsejable el uso de unas gafas para proteger nuestros ojos del polvo del ambiente.
- Guantes: se va a hacer mucho uso de agua y con los guantes nos manchamos menos las manos y las protegemos para que no sufran con tanta agua.
- Botas: Ya que se va a usar mucho el agua lo mejor para pisar firme y no mojarnos es el uso de unas botas de agua.
- Ropa desechable: Lo mejor es usar ropa que ya esté muy usada ya que las manchas de barro son muy difíciles de quitar.
- Manguera: Para poder entrar en cualquier esquina o hueco lo mejor es usar una manguera. Sobre todo para limpiar paredes y suelos.
- Karcher: este aparato es ideal para eliminar manchas de barro que están bien incrustadas, es capaz de levantar cualquier suciedad de cualquier sitio.
- Jabón: Un jabón limpiador nos va a bastar para dejar limpio cualquier espacio.
- Trapos y estropajos: Para secar y dejar los muebles de exterior perfectos para volver a disfrutarlos.
- Fregona: para cuando ya tengamos todo el suelo limpio usarla para secar y no dejar charcos.
Por dónde empezar
Lo ideal es empezar de arriba hacia abajo, así va cayendo todo el barro y se van quedando ya las zonas despejadas. Cuando ya terminemos de quitar todo el barro de las zonas altas nos va a quedar el suelo y los muebles, con la manguera o Karcher podemos darle con presión a zonas donde el barro se ha quedado demasiado incrustado.
La segunda parte es coger el jabón, estropajo y trapos para ir dándole a los muebles y artículos del exterior que lo necesiten, después se pueden secar o enjuagar con la manguera y después secarlos. Cuando ya tengamos todas las zonas limpias lo último es coger un cubo y una fregona y secar toda el agua sobrante para que se quede todo uniformemente limpio.
Una vez que se ha quedado todo seco ya podemos volver a disfrutar de nuestras terrazas o jardines sin que el barro sea un impedimento.